Uno: si la receta dice molde desmontable, ¡será por algo!El mío era tan viejuno que hasta tiene algo de roña. Y como había que cocerlo al baño maría, lo descarté y usé uno fijo de 26cm.
Error dos: querer dejarla tiernita en el centro para que estuviera más jugosa, pensando que al enfriar estaría bien cuajada. (a la foto me remito de que no fue así).
Y el último error: pensar que en sólo cinco horas se podía hacer, reposar y enfriar la tarta. Hay que hacerla con más tiempo. Primero se tiene que enfriar antes de meterla a la nevera para que no se raje por arriba. Y necesita por lo menos 3 horas de nevera para que se asiente y compacte.
Y estos son los errores que cometí. Tuve que desmoldarla con un plato, dándole la vuelta como a una tortilla. Y ni tan mal que sólo se quedó un trocito del fondo de galleta en el molde. Estaba hasta entera pero ya se veía que el centro era más bien flan. Y al cortarla se despanzurró la zona del centro. Tampoco ayudó que la salsa de frambuesas fuera fluida, hubiera estado mejor algo más espeso.
Y una que es bastante terca y cabezona no se podía quedar tranquila sin volver a hacerla correctamente. Así que al día siguiente, nada más salir de trabajar, me fui a por un molde nuevo y la volví a hacer. Y la dejé 24 horas enfriando en la nevera. Y éste es el resultado. Una Cheesecake correcta (no puedo decir perfecta). Acompañada de una mermelada de arándanos salvajes.
Para un molde desmontable de 28cm
Para la base:
320gr galletas tipo Digesta (22unid.)
160gr mantequilla
3cucharaditas de azúcar moreno
Para el relleno:
350gr de queso cremoso de untar
250gr de queso de Burgos*
400gr nata 35% M.G
170gr azúcar moreno
6 huevos L
Mermelada de arándanos salvajes para acompañar
*Es cosa mía, lo de sustituir parte del queso cremoso por el de Burgos. Me parecían muchas terrinas de queso. Y además pensé que éste le daría un poco más de textura y cuerpo. Otro día probaré con requesón.
En primer lugar,se pone el horno a precalentar a 180º con calor arriba y abajo. Se trituran las galletas con el método que más os guste (a mazazos o a máquina). Se derrite la mantequilla y se mezcla con la galleta. Se añaden las tres cucharaditas de azúcar y forramos nuestro molde. Veréis que yo pongo el doble de cantidad que otras recetas. Es porque me gusta forrar las paredes laterales y no sólo el fondo. Hay quien lo deja enfriar media hora en nevera. Y quien los hornea 10 min para que endurezca. Yo no hago ni lo uno ni lo otro. Cubro el molde y paso a forrarlo. Primero le plastifico bien la base con film transparente. Y después pongo doble capa de papel aluminio. Es para evitar que se meta el agua del baño María y nos fastidie la base de galleta.
Para hacer el relleno, bato primero los dos quesos con el azúcar. Añado después los huevos uno a uno. Y cuando está todo bien mezclado, echo la nata. Y tal cual al molde. Se hornea 1 hora y cuarto aproximadamente. Para ver si está cuajado el centro, se le da un ligero meneo al molde. Si veis que se mueve mucho la zona centro , dejadlo un poco más, que ése fue el error dos de la otra vez.
Tened en cuenta que necesitáis un recipiente más grande que el molde y con profundidad suficiente para que el agua cubra al menos ¾ partes del molde. Yo uso una cazuela de barro grande.
En cuanto esté, sacadla sin quemaros del baño de agua. Quitar el film y el aluminio y dejadla enfriar sobre una rejilla. Yo la dejé unas 5 horas antes de meterla al frigorífico hasta el día siguiente.
Es fácil de desmoldar. La cubrimos con una fina capa de mermelada y la dejamos que atempere un rato antes de comer. Estará más cremosa y gustosa al paladar.
¿Qué os parece? ¿Me he ganado el aprobado? Esto ya es otra cosa, ¿eh..?
Y preparaos porque tengo por
ahí otra más para la colección, una de plátano y Baileys con
ganache de Bayleys. Pero tendréis que esperaros...jajaja
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